martes, 13 de enero de 2015

Susana

Se mira al espejo mientras se hace una coleta para recogerse el pelo. Está desnuda o casi. Lleva unas bragas negras y un sujetador deportivo, también negro. Mientras, fuera, hace frío. No corre el aire y hace sol. Pero es día 8 de enero y la temperatura no ha subido de los 6 grados.

Se pone crema para el sol en la cara. Es importante que la crema sea buena para que se absorba con rapidez. Mientras se la extiende por la cara y detrás de las orejas se acuerda de sus hijos. Están en el cole. Ya no son niños. Han crecido. Ya se siente rechazada por ellos. Después de los partos, dar el pecho, visitas al pediatra, dormir mal muchas noches, luchas por la comida, visitas a los tutores, cabalgatas de reyes, cumpleaños de otros niños, actividades extra escolares, vacaciones condicionadas por los niños, momentos de vergüenza por pataletas.... Ahora, ella no puede ni acercarse donde están ellos cuando están con sus amigos.

Se coloca la parte de abajo y mientras se lo ajusta bien piensa en su trabajo. Lleva tres días de fiesta y vuelve al día siguiente. La crisis es dura. Los objetivos de la empresa no se alcanzan desde hace un par de años. El jefe sólo piensa en que se trabaja poco, está de mal humor todo el tiempo, siempre está echando culpas a los demás y el ambiente es malo. Se ha despedido a gente en la empresa y aunque ella está en un puesto de confianza, la amenaza del cierre se nota en el aire.

Se ciñe la camiseta y cuando se roza los pechos se percata de hace cuanto que no le toca su marido. Su marido no le respeta, no ayuda en casa, solo cocina el rancho en las fiestas del pueblo, no le echa una mano con los niños, está muchos días de viaje. Es cierto que trae mucho dinero a casa pero él le recuerda a cada instante que la casa donde viven, la ropa que lleva, el coche que tienen... Es por su sueldo. Ella no gana ni la cuarta parte que él. Su marido piensa que el trabajo de ella es poco más que un entretenimiento. Ella echa de menos el cariño, el amor que hace tiempo que desaparecieron.

Mientras se pone los auriculares, se enciende la música y empieza a escuchar la canción Lethal Industry de Dj Tiësto piensa en cuando tenía 23 años. Entonces acababa de terminar Ingeniería y trabajaba en una empresa donde había hecho las prácticas. Le prometieron un buen puesto pero al cabo de 6 meses, le echaron. Una compañera le había hecho la cama pues quería su puesto y ella no lo vió venir. Recuerda que su entonces novio le apoyó y se fueron de fiesta a Ibiza. A pesar del despido fue su mejor verano y su mejor época. Estaba enamorada. De ese verano hace ya 20 años. Su ex-novio tuvo que irse a Holanda y ahí sigue. Casado con una francesa. Ella siguió un camino que le llevó a su actual marido, a sus hijos a los que tanto adora y a su trabajo. 

Baja a la calle y todo se olvida. Tiene por delante una hora. Una hora donde va a correr poco más de 12 kilómetros. Donde va a escuchar la música Techno que tanto le motiva. Una hora donde nada le va a preocupar. Una hora donde no va a escuchar llamadas, whatsapp o mensajes. Una hora donde se va a cansar, sudar. Una hora donde va a disfrutar. Una hora para sus pensamientos mas profundos e íntimos. Una hora para imaginarse como habría sido su vida si se hubiera ido a Holanda con aquel chico, con el amor de su vida. Si no hubiera hecho caso a sus padres. Una hora para ella sola.

Y así, consigue vivir una vida distinta a la suya un par de veces a la semana durante una hora.


Bueno... Espero que os haya gustado.

Ahora os propongo una canción de Deep Purple. Su canción más famosa es "Smoke no the water". Yo os propongo que escuchéis "Mistreated".... Un solo de guitarra tremendo. 

Y por otro lado también os propongo la canción de Dj Tiësto "Lethal Industry". Es un monumento de la música Techno.  Aunque os tiene que gustar la música electrónica.

Un saludete y hasta la próxima.



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