jueves, 24 de abril de 2014

Es lo que nos conviene

Hola a todos de nuevo.

Hace unos días escuché a un economista hablando del deficit de las compañías eléctricas. Habló en unos términos que me recordaron a un libro que recientemente he terminado: La Guerra Civil Española (Anthony Beevor).

Voy a ver si logro transmitir esta conexión entre dos asuntos aparéntemente tan lejanos.

A principios del Siglo XX, España estaba muy atrás respecto de Europa occidental en lo relativo a desarrollo industrial y libertades. Después de las Guerras Napoleónicas, España evolucionó en un sentido que hizo que las desigualdades en la sociedad fueran máximas, que la educación siguiera en manos de la Iglesia Católica, que la agricultura fuera de patronos y braceros, que la industria (escasísima) fuera propiedad de unos pocos y que la mano de obra fuera barata (en Cataluña se llamaba "murcianos" a todo ese contingente de inmigrantes que iban a Barcelona a trabajar por 4 perras), que la mujer siguiera teniendo la misma importancia en la sociedad que hacía 200 años, etc...

Cuando llegó la Segunda República, se trató de corregir todo este "retraso social" respecto del resto de Europa (sobre todo Francia e Inglaterra). La Segunda República fue provocada por las clases más bajas que poco a poco iban siendo informadas de lo que ocurría por encima de los Pirineos. De esta labor informativa se encargaron los partidos políticos y los sindicatos.

Y claro.... aprovechando que contaban las libertades que un trabajador tenía en Londres o Paris educaban politicamente... Cada sindicato tenía sus afiliados que eran forofos de su sindicato como uno es de su equipo de futbol actualmente. Había comunistas, socialistas, trotskistas, anarquistas y hasta independentistas.

Con tantos partidos políticos y sindicatos con ganas de darle la vuelta a España en el menor tiempo posible y con tantas ideas de como hacerlas..... pasó lo que todos conocemos.

Entre todos estos partidos, con interes parecidos pero no iguales (unos querían ir muy rápido, otros menos e incluso había partidos que querían que todo siguiera igual) había una sensación de ir sin rumbo. Los políticos decían discursos incendiarios y amenazas directas aprovechando la libertad de expresión que exaltaban a las personas. La democracia en España tenía meses de vida y la gente no sabía que una cosa es la libertad y otra el libertinaje.

Y en estas que llegaron casi todos los militares, los ricos, los empresarios que sólo querían ganar dinero a costa de cualquier cosa y que con tanta huelga no ganaban tanto como querían, la banca, los terratenientes que habían perdido tierras (el lema de la Republica era "la tierra para quien la trabaje"), los católicos que veían que la Iglesia había perdido mucho del poder que tenía y que creían que el laicismo (y el comunismo en particular) era poco menos que obra del demonio y los poquitos monárquicos que había (casi nadie echaba de menos a Alfonso XIII) y todos dijeron algo muy español: "porque te lo digo yo, hazme caso que sé lo que te conviene".

Estalló la Guerra Civil y ganaron quienes estuvieron más unidos en la consecución del objetivo (los republicanos siguieron pegándose entre ellos en plena guerra contra los fascistas), quienes recibieron una mejor ayuda extranjera (entre la Luftwaffe alemana y los soviéticos no había color) y quienes tenían más experiencia en combate (contra el ejercito regular que se sublevó sólo había voluntad y esfuerzo).

Una vez he contado someramente lo que pasó (espero que no se me hayan notado mis ideas políticas) voy a contar lo que veo ahora.

La política actual es tambien: "porque te lo digo yo, hazme caso que se lo que te conviene".

Tenemos la banca que ha sacado dinero a jubilados, analfabetos, niños mediante un producto como las preferentes, engañando.
Y que con increíble falta de escrúpulos echa a la gente de las casas y después de dejarles sin casa les insiste en que aún deben el resto de la hipoteca. Y tenemos a la banca, que ha estado a punto de quebrar, que ha recibido un crédito multimillonario a un interés ridículo. Y nos dicen los políticos que habría sido peor si se hubieran hundido los bancos. Mientras hemos sido generosos con los banqueros, que han ganado millones, ellos son cínicos y crueles con los demás. Pero es que " es lo que nos conviene".

Tenemos las empresas de la autopistas que si tienen pérdidas porque la gente no tiene dinero y va por las carreteras gratuitas, piden indemnización al estado y este les recompra las autopistas pagando una millonada. Pero es que "es lo que nos conviene".

Tenemos las empresas eléctricas que forman un oligopolio interesado, que cada año presentan unos resultados record en cuanto a beneficios y dicen que la tarifa de la luz hace que se les deba millones y millones. Y se las va a compensar por este "esfuerzo" que hacen. Pero es que "es lo que nos conviene".

Se puede decir lo mismo de las empresas del petróleo, de las constructoras, etc...

Ningún partido político de los que han tenido oportunidad de gobernar ha tenido el coraje y la valentía para cambiar esta situación. Y es que los partidos políticos deben mucho dinero a los bancos.

Si se cambiara todo de golpe tendríamos muchos periódicos y televisiones diciéndo que al gobierno que se hubiera atrevido se le ha ido la pinza. Y es que los periódicos pertenecen a las grandes empresas. Y los periodistas al final cobran un sueldo de quien les paga. Su imparcialidad llega hasta donde le deja su independencia económica.

Además, el resto de Europa, si no hiciera lo mismo a la vez, se echaría encima de quien decidiera eso. Actualmente, como debemos tanto, Europa nos dice donde recortar. Para ayudar a los bancos no ha puesto problemas pero ha dicho que hay que recortar en todo lo demás, incluídas Sanidad y Educación. "Es lo que nos conviene"

En Sanidad se ha recortado en las zonas que no afecta a las grandes empresas de medicamentos pues estas tienen muchísimo poder. Hace poco un cargo importante de los médicos españoles dijo de sancionar a quien hace mal uso de los Servicios Sanitarios pero no habló de lo que se llevan los médicos de "sobresueldo" en forma de regalitos a cargo de las empresas farmaceúticas y que repercute en el precio de los medicamentos. Pero es que "es lo que nos conviene".

También están las privatizaciones de los servicios de limpieza, de aguas, de transporte, etc... de modo que servicios que se gestionaba desde la administración sin ningún ánimo de lucro, ahora los lleva una empresa que tiene que ganar dinero con ese servicio lo que hace que o se pierda calidad de servicio o este sea más caro para el ciudadano (no es muy dificil de entender). Pero claro, te dicen que una empresa privada siempre gestionará mejor que la administración pública y es que "es lo que nos conviene". Esto lo ha hecho el PP, el PSOE y seguro que cualquier otro partido. Me da igual el color de quien gobierne.

La cuestión es que la población está dividida: los de derechas dicen que los de izquierdas son perroflautas, vagos, que quieren vivir del cuento y los de izquierda dicen de los de derecha que son explotadores, retrogrados y reaccionarios. De este modo, mientras los partidos nos digan que los otros son el demonio... el auténtico demonio sigue campando a sus anchas y esto no cambia.

En España hemos sido pioneros en muchos temas. Pero en cuanto se ha tocado el tema económico, no nos han dejado "salirnos del tiesto". El matrimonio homosexual no afecta a la economía y no se ha tocado nada con el gobierno del PP. La ayuda para la dependencia es un tema económico y ha saltado por los aires. La ayuda a la reproducción implica un gasto sanitario por lo que se ha limitado al máximo. La ley de economía sostenible (la que iba a cambiar el modelo económico español) no gustaba a los bancos y grandes empresas y ha sido derogada en su totalidad. La investigación con células madre no afecta a la economía y no se ha tocado. Y la ley del aborto parece un empecinamiento de un ministro porque es un tema que no se iba a tocar pues no afecta a la economía. Que decir de las pensiones, del salario mínimo o del sueldo de los funcionarios. Aquí se puede recortar...se recorta. Pero que cada año las grandes empresas ganen cada vez más. Este es el objetivo.

Y es que los políticos actuan del mismo modo que los fascistas después de la Guerra Civil: ellos saben "lo que nos conviene".




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